jueves, 21 de abril de 2011


Ríe hasta que te duela la tripa. Haz lo que te de la gana. Salta más alto que nadie. Baila bajo la lluvia. Disfruta de cualquier tontería. Come todo el chocolate del mundo. Tírate a una piscina con ropa. Haz el gilipollas. Escucha esa canción todas las veces que haga falta. Olvídate de los problemas. Sé feliz. Por cada lágrima pon una sonrisa. Espanta las palomas de un parque. Sé diferente. Vive tu vida. Llama por teléfono y estate tres horas hablando. Pasa de lo que digan tus padres. Sáltate las reglas. Piensa que la vida está para vivirla, no la malgastes preocupándote por absurdos problemas que nada tienen que ver contigo. Disfruta con cada persona que conozcas, con cada marrón, con cada locura, con cada estupidez. 

martes, 19 de abril de 2011

Ser feliz a tu lado


Mirarte a los ojos y descubrir que no podría pasar ni un segundo más sin ellos. Escuchar tu voz y que me dijese todo lo que quiero oír. Tocar tus manos, rozarlas y sentir un escalofrío al medir la proximidad de nuestros cuerpos. Reírnos juntos y al escuchar nuestras risas unidas, saber que voy a ser feliz a tu lado.

domingo, 17 de abril de 2011



A lo largo de la vida, te vas dando cuenta de lo que te lleva a la verdadera felicidad. Lo que te guía por el camino a veces fácil y otras no tanto. Más que grandes momentos, situaciones plenas en las que te sientes bien, a gusto, son los pequeños ratos, los momentos breves pero que causan una felicidad intensa e inexplicable que puede durar solo unos minutos. Tropezar en la calle y no ser visto, tener un secreto con alguien, cambiarte de pantalones con los zapatos puestos, que te den un beso en la frente, notar el aliento de alguien en la nuca, un escalofrío, sonreír en la oscuridad, escuchar tu canción preferida por casualidad, cantar en voz baja y darte cuenta de que se te oye de todas formas, respirar aire ensalitrado, ganar una carrera, aprobar un examen, que te sorprendan, contemplar las estrellas cuando no hay nadie despierto... Trata de reunir la mayor cantidad posible de esos pequeños momentos que pueden llegar a alegrarte el día y dibujar en tu cara una sonrisa. Te darás cuenta de que son los que más te hacen sentir vivo.

martes, 12 de abril de 2011

Es precioso amar y ser correspondida. Saber que eres imprescindible para alguien, de la misma forma que él lo es para ti. Dos personas diferentes, ya que nadie es igual. Pero tan parecidas que rozan la perfección. La unión perfecta, o por lo menos para mí. No te puedo pedir más, ya que lo tengo todo de ti. Tengo tus palabras. Increíbles muestras de amor. Preciosas. Que consiguen emocionarme. Tengo tu voz. Me gusta cerrar los ojos mientras la escucho, se convierte en melodía. La mejor de todas. Tengo tu risa. Contagiosa. Intento hacerte feliz. Tengo tus ojos. Maravillosos. Aunque me gustaría saber cómo miran. Te tengo a ti y con eso lo tengo todo. Yo te entregué mi corazón, llevaba escrito tu nombre y tú has sido quien me ha enseñado a leerlo. Me tienes a mí, completa o incompleta, según como se mire. Porque me falta mucho por aprender, pero quiero hacerlo contigo. Será un sueño seguir contigo mi sendero de la vida, el cual ahora, también es el tuyo. En verdad, todo es un sueño. Un sueño inimaginable. No podía imaginar que esto sería así. Me refiero a estar enamorada. Ya lo sabes, yo lo estoy de ti. Y puede parecer algo pasajero, pero tu amor es un seguro de vida mucho mejor que cualquier otro. Tiene un inconveniente para el resto de la gente y es que ese seguro solo es para mí. Sin intereses ni gastos de comisiones. Verdadero. Transparente. Para siempre. Dicen que nada es para siempre pero, ¿por qué no puede ser esto la excepción que confirma la regla? Yo haré lo posible para que sea así. Porque es lo que quiero. Te quiero a ti. En mi vida. Y ya lo estás. Tú eres mi vida, no me cansaré de repetírtelo. Y como los dos sabemos, mi vida sólo es una excusa para amarte.